Científicos denuncian que el Gobierno busca desmantelar uno de los institutos clave del desarrollo agropecuario con despidos, ventas de bienes y pérdida de autonomía.
El ajuste del gobierno de Javier Milei ahora pone en la mira al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Esta semana, la Mesa Federal de Ciencia y Tecnología denunció una intervención encubierta del organismo, sumando un nuevo capítulo al vaciamiento del sistema científico nacional.
Según el comunicado difundido, el Gobierno modificó la estructura interna del INTA con la creación de una nueva Secretaría de Coordinación que absorbe funciones clave del director nacional. El objetivo, advierten, es facilitar despidos, venta de terrenos y edificios, y debilitar la autonomía institucional.
“Esto no es más que una intervención encubierta para avanzar con las reformas que el gobierno de Milei, sus socios y cómplices pretenden”, denunciaron los científicos. Para ellos, esta jugada forma parte de un plan oficial para desmantelar el organismo y empujarlo hacia su destrucción.
Ya en noviembre del año pasado el Gobierno había intentado controlar el Consejo Directivo del INTA con un “plan de modernización” que fue rechazado por las autoridades del Instituto. Ahora, redobla la apuesta con una maniobra institucional que encubre el mismo objetivo: desguace y ajuste.
Desde la Mesa Federal fueron contundentes: lo que está en marcha es un cientificidio. Otro golpe brutal a la ciencia pública y al desarrollo productivo del país, esta vez bajo la excusa del recorte presupuestario.