En un mensaje directo a la interna del peronismo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, afirmó que el único enemigo político es el presidente Javier Milei y sus políticas, mientras el movimiento obrero se prepara para un paro general convocado por la CGT.
Axel Kicillof dejó en claro este miércoles, en su intervención durante el cierre del Congreso de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Mar del Plata, que la principal batalla política está centrada contra las políticas de Javier Milei, dejando a un lado las divisiones internas del propio peronismo. En un contexto de movilización y tensión social, con la marcha de los jubilados y el paro general que se avecina, Kicillof remarcó que no hay “otro adversario grande” en el horizonte más que el actual presidente y su agenda económica.
"El único adversario grande que tenemos es el gobierno de Milei y sus políticas. No hay otro", subrayó el gobernador, intentando consolidar un mensaje de unidad para enfrentar las dificultades políticas y económicas que atraviesa el país bajo el gobierno de la derecha. En un momento crucial para la política argentina, Kicillof reforzó la idea de que la unidad del movimiento obrero es clave para hacerle frente a lo que considera las "políticas de miseria y hambre" de Milei.
Unidad del peronismo: ¿un frente contra Milei?
El llamado de Kicillof a la unidad no fue solo un gesto hacia los sindicatos, sino también un intento de reencauzar la interna del peronismo, especialmente dentro de la provincia de Buenos Aires. "Esa unidad nos tiene que dar fortaleza para mostrarle al pueblo que hay alternativa a las políticas de miseria", insistió, destacando la necesidad de una coalición amplia que logre ser un contrapeso a las decisiones de la administración nacional.
El gobernador también hizo un llamado a construir una alternativa en estos tiempos difíciles: "Tenemos que hacer el trabajo de hablar y escuchar a todos, llegar a todos los sectores, entusiasmar, dar la oportunidad de depositar su confianza para que el futuro sea mejor", dijo, apuntando a que el camino de la unidad será fundamental para las elecciones, particularmente en la provincia más poblada del país.
Desafíos internos y la fecha electoral: Kicillof en el timón
La figura de Kicillof también sigue siendo clave en la disputa interna por la fecha electoral en la provincia de Buenos Aires. El gobernador decidió unilateralmente fijar el 7 de septiembre como fecha para los comicios bonaerenses, separando las elecciones provinciales de las nacionales y evitando así las elecciones concurrentes, una decisión que no fue bien recibida por algunos sectores del peronismo.
A pesar de las tensiones internas, varios funcionarios de la provincia se alinearon con la idea de buscar una unidad más amplia, particularmente con el Frente Renovador y sectores cercanos al cristinismo. Sin embargo, será necesario observar cuál es la postura de los sectores liderados por Cristina y Máximo Kirchner, quienes aún no han dado señales claras sobre la cohesión dentro del peronismo bonaerense. La unidad del frente se juega, en última instancia, en la provincia de Buenos Aires.