Lunes 9 de junio de 2025

La burrada de la diputada Santillán la desmiente el INDEC: una familia tipo necesita más de $1.100.000 para no ser pobre

En su intento de minimizar los reclamos salariales de los médicos residentes del hospital Garrahan, la legisladora libertaria sostuvo que una familia de 4 personas puede vivir con $360.000.

Miércoles 4 de junio de 2025

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Una familia tipo necesitó reunir más de $1.100.000 solo para superar la línea de la pobreza durante el mes de abril, según datos oficiales del INDEC, lo que desmonta de raíz uno de los argumentos que el Gobierno nacional usó para descalificar el reclamo salarial de los médicos residentes del Hospital Garrahan.

El último dato publicado por el INDEC sobre la Canasta Básica Total (CBT) indica que el valor para una familia de cuatro personas en abril superó el millón de pesos, mientras que la CBT individual para un adulto quedó en $359.243, cifra que se utiliza para medir el ingreso mínimo para no ser indigente.

La polémica se desató cuando la diputada libertaria Juliana Santillán intentó minimizar el reclamo de los profesionales de la salud, calificándolo de “reclamo político”, basándose en datos erróneos o distorsionados sobre la CBT.

Es fundamental aclarar que la Canasta Básica Total incluye alimentos y un conjunto básico de bienes y servicios esenciales para la supervivencia, pero no contempla gastos indispensables como el alquiler ni el mantenimiento de una vivienda. Por lo tanto, el costo real para sostener una familia es aún más alto.

Para dimensionar la gravedad, un adulto necesita gastar alrededor de $12.000 diarios solo para cubrir alimentos y servicios básicos, una cifra que refleja el impacto de la inflación y la falta de políticas efectivas para contenerla.

Además, la CBT aumentó un 34% en el último año, y para peor, el INDEC todavía no actualizó la metodología de cálculo con las nuevas canastas, que tomarán en cuenta un consumo más actualizado. Actualmente, las mediciones se basan en patrones de consumo con más de 20 años de antigüedad, lo que subestima la verdadera inflación y el costo de vida.

La conclusión es clara: el Gobierno y sus voceros intentan tapar la realidad con discursos que no resisten el mínimo análisis. Mientras tanto, trabajadores esenciales como los médicos residentes del Garrahan luchan por salarios dignos que les permitan cubrir sus necesidades básicas y sostener a sus familias en un contexto cada vez más difícil.