Con la coparticipación desplomada y los fondos nacionales congelados, al menos 15 mandatarios se reúnen este martes en el CFI para discutir cómo sostener las finanzas locales. El ajuste del gobierno de Milei ya impacta en salarios, obras y rutas. Kicillof, Frigerio, Torres y Cornejo, entre los protagonistas.
Con bronca contenida y apenas algunas críticas públicas, los gobernadores provinciales se preparan para una reunión clave este martes en el Consejo Federal de Inversiones (CFI). El motivo: la caída abrupta de las transferencias automáticas desde Nación, el ajuste fiscal implementado por Javier Milei y el creciente deterioro de las finanzas en todo el interior del país.
Un informe técnico interno que circuló en el grupo de WhatsApp de los mandatarios encendió las alarmas: entre 2023 y 2025, la caída real de los recursos coparticipables alcanzaría el 11,5%, según la Comisión Federal de Impuestos. Solo entre 2024 y 2025, la pérdida proyectada es del 4,2%. En plata, casi $7,4 billones menos que en 2023.
“El impacto representa una pérdida de casi $2,5 billones en moneda homogénea, lo que equivale al 0,3% del PBI”, señala el documento. En 12 provincias, la coparticipación representa más del 60% de los ingresos totales.
Un encuentro en medio del ajuste
La cita tendrá lugar en las oficinas alternativas del CFI, en la calle Azopardo, ya que la sede histórica está en refacción. Se espera la presencia física de al menos 15 gobernadores, entre ellos Axel Kicillof —quien transita una etapa de tensión política y definición de futuro—, junto a mandatarios del PRO, la UCR y fuerzas provinciales. Algunos asistirán por videollamada.
La convocatoria fue impulsada por Ignacio Lamothe, titular del CFI, quien además presentará propuestas de financiamiento para infraestructura, uno de los sectores más golpeados por el recorte de fondos nacionales.
Aguinaldos en riesgo y obras paralizadas
El encuentro se da en un momento sensible: a pocas semanas del pago del medio aguinaldo, muchas provincias enfrentan dificultades para cumplir sus compromisos salariales. A eso se suman los ATN congelados —con un stock superior a $1.000 millones— y el parate de transferencias para obras públicas, especialmente viviendas y rutas nacionales.
Los reclamos por el estado de la infraestructura también se acumulan: rutas destruidas, planes de vivienda frenados y fondos sociales paralizados.
Tensión política y estrategia de los gobernadores
Aunque en público bajan el tono, la incomodidad se respira. Las transferencias por coparticipación crecieron solo un 10,6% interanual en mayo, la suba nominal más baja desde la pandemia, muy por debajo de la inflación. La pérdida real supera los 50 puntos porcentuales.
Los gobernadores caminan en distintas direcciones: algunos intentan mantener el diálogo con la Casa Rosada —como Gustavo Valdés (Corrientes) o Rogelio Frigerio (Entre Ríos)—, mientras otros como Axel Kicillof o Alfredo Cornejo marcan distancia. Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, también planeaba sumarse al encuentro, pese a no tener representación formal en el CFI.
Torres rompe el molde, Francos lo frena
El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, volvió a marcar diferencias desde el foro Energía Chubut 2050, donde pidió un nuevo pacto fiscal y propuso que las provincias gestionen directamente los impuestos destinados a obras públicas. “O se eliminan o se descentralizan”, planteó.
La respuesta de Nación fue inmediata: el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, lo recibió en Casa Rosada junto a Frigerio, pero rechazó el planteo.
Un punto de quiebre
Esta cumbre en el CFI puede marcar un antes y un después. Es la primera vez en meses que gobernadores del PJ, la UCR y el PRO se sientan en la misma mesa con una agenda común: la supervivencia financiera de sus provincias.
La última vez que lo hicieron fue en el fallido Pacto de Mayo, que terminó diluyéndose en gestos simbólicos. Ahora, con el ajuste golpeando en cada rincón del país, el silencio empieza a romperse. Y la política provincial vuelve a calentar motores.