Este lunes a las 7.35 de Roma, las 2.35 de la madrugada mercedina, pasó a la eternidad el máximo líder mundial del siglo XXI. Tenía debilidad por la producción de salames mercedinos.

Todos los medios del mundo van a contar las virtudes de un Papa Francisco que revolucionó todo. Pero desde este medio queremos hacerle un pequeño homenaje a Jorge Bergoglio, que siendo el máximo líder de la Iglesia Católica se dio un tiempo para disfrutar del símbolo de la ciudad: el salame quintero.

En el año 2014 el vecino Wado De Pedro participó de una visita protocolar al Vaticano con el gobierno de entonces de Cristina Fernández de Kirchner. Al momento de la entrega de los presentes, el hoy senador le obsequió salames quinteros mercedinos, lo que despertó la sonrisa del Papa.

Ya un año más tarde, De Pedro volvió a Roma y el Papa Francisco le reclamó por los salames mercedinos. Cuenta la anécdota que cada tanto le llegaba a Francisco un paquete desde Mercedes, con ese producto del cual ya era fanático.

Descansa en paz, querido Papa del pueblo.