En medio de un aumento sostenido de casos de Covid en varias provincias, se encendió una señal de alarma que expone el desorden sanitario del Gobierno nacional: el stock de vacunas vence este viernes y las nuevas dosis aún no fueron distribuidas. Así lo confirman fuentes sanitarias provinciales y el propio Boletín Epidemiológico Nacional.

Aunque solo se hisopa a quienes requieren internación —lo que genera un subregistro importante—, las jurisdicciones detectan un incremento sostenido de contagios que encuentra al país prácticamente sin vacunas disponibles.

La advertencia más contundente proviene de Buenos Aires. “Las que tenemos vencen el 21 de noviembre, o sea, mañana”, alertó Leticia Ceriani, subsecretaria de Planificación en Salud bonaerense. “La mayoría de las provincias venimos pidiendo una fecha cierta de entrega de dosis nuevas”.
Analía Rearte, presidenta de la Sociedad de Vacunología, coincide: “Las que hay vencen ahora”. Desde Nación, la única respuesta es que las nuevas partidas “están en proceso de nacionalización”, sin plazos concretos.

El vocero del ministro Mario Lugones, Federico Lada, reconoció que las vacunas están demoradas en la Aduana y prometió que llegarían recién en los primeros días de diciembre. Eso implica que más de ocho mil vacunatorios quedarán al menos dos semanas sin dosis en pleno repunte de contagios.

El escenario se agrava por el desguace de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, el área técnica responsable de registrar, adquirir y distribuir vacunas. Su reestructuración dejó afuera a casi la mitad del equipo y desarticuló la capacidad operativa para responder a brotes.

A la par, el Gobierno avanzó en la compra de vacunas Pfizer, dejando afuera del plan oficial a la Arvac “Cecilia Grierson”, la vacuna argentina desarrollada por el Conicet y la UNSAM. Según Jorge Cassará, la Arvac es más económica y tiene una logística eficiente, mientras que de Pfizer “se descarta más del 60%” por las exigencias de conservación extrema.

El repunte de contagios estaría asociado al linaje XFG, conocido como Frankenstein. La investigadora del Conicet Mariana Viegas explicó que produce cuadros con tos seca y ronquera y que circula en el país desde julio. El Instituto Malbrán, responsable del monitoreo oficial, no respondió consultas.

Mientras el virus avanza, las vacunas vencen y las nuevas no llegan, el país queda expuesto a un brote evitable que vuelve a mostrar las consecuencias del desmantelamiento sanitario impulsado por el Gobierno nacional.